Nuestra espiritualidad, está centrada en el Corazón de Jesús. Desde la Biblia encontramos que el corazón es el centro de la persona, el lugar donde residen no sólo los sentimientos, sino también los pensamientos, los deseos profundos, las decisiones. Así, hablar del Corazón de Jesús significa hablar de lo que Jesús es. Qué pensó, sintió, eligió.
Su forma de ser y su forma de relacionarse.
Espiritualidad Ignaciana
Nacemos con espiritualidad Ignaciana, orientada con el fin universal a la extensión del Reino de Cristo entre los hombres, siendo contemplativas en la acción y sirviéndonos de todos los medios que conduzcan a tal fin.
La espiritualidad ignaciana, nos orienta a vivir en actitud de discernimiento buscando constantemente la voluntad de Dios; brindándonos un modo propio de realizar nuestro carisma.
Nacemos con espiritualidad Ignaciana, orientada con el fin universal de la extensión del Reino de Cristo entre los hombres, siendo contemplativas en la acción y sirviéndonos de todos los medios que conduzcan a tal fin. (Constituciones Nº 4).
Con características típicamente ignacianas:
- Facilidad para encontrar a Dios en todas las cosas y en todos los acontecimientos
- Fortaleza de ánimo
- Discernimiento de espíritu
- Prontitud para sentir con la Iglesia
- Disponibilidad en la obediencia
- Fidelidad a la Iglesia